Tan sólo en el primer trimestre de este año, el Instituto de Bienestar Familiar del Valle, Icbf, ha recibido 1.497 denuncias de maltrato infantil en Cali, 519 más que en igual periodo del 2008.
Aunque los directivos del Icbf insisten en que este aumento no es una alarma. “Para nosotros el incremento de las denuncias es bueno, porque eso significa que hay un mayor conocimiento del Instituto y de las autoridades a las que se puede acudir en estos casos”, declaró María Nubia Ocampo, directora regional encargada del Instituto.
Lo que resulta más triste para las autoridades es que en el 70% de las denuncias de golpes, las mamás son quienes encabezan la lista de los victimarios. Y los más vulnerables e indefensos son los niños entre los 2 y 6 años.
Las lágrimas de estos pequeños se deben a varias razones: maltrato psicológico o físico, abuso sexual, negligencia de los padres y abandono.
Los funcionarios de la Oficina de Atención al Ciudadano del Icbf aseguran que los profesores y vecinos siguen siendo los guardianes de estos menores y los únicos que se atreven a denunciar este tipo de violencia.
Pero para el personero de Cali, Manuel Torres, la falla está en la negligencia de algunas organizaciones del Estado. “El maltrato infantil ha aumentado y esto se debe en parte a que muchas comisarías de familia no se ajustan a la Ley y no tienen ni defensores ni psicólogos que atiendan esta situación”.
Aunque para proteger a los menores es necesario combatir el fantasma de la violencia familiar, en donde los niños son los grandes damnificados. Los datos de la Secretaría de Salud de Cali lo demuestran. De los casos reportados el año pasado, el 30% correspondía a maltrato contra niños entre los o y 12 años.
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